Durante los 90 días en torno al parto (The Vital 90TM Days), desde el secado aproximadamente 60 días antes del parto y hasta un mes después, casi todas la vacas experimentan una depresión de su sistema inmunitario1. En el periparto, los niveles de neutrófilos (glóbulos blancos que constituyen la primera línea de defensa frente a las infecciones) disminuyen en hasta un 40 %1. Esta situación aumenta el riesgo de las vacas a sufrir enfermedades en el posparto como la mastitis2, la metritis3 y la retención de placenta4.
Estas enfermedades suponen problemas frustrantes y costosos que interrumpen las rutinas diarias de la explotación, y tienen además un gran impacto en la salud y el bienestar de la vaca. Los costes asociados a una actuación no adecuada durante The Vital 90TM Days se derivan de las enfermedades que se sufran durante este periodo de transición y sus consecuencias.
Algunos de los costes pueden cuantificarse, tanto en término de tiempo invertido como en dinero gastado:
Explotación con 100 vacas en lactación y una incidencia de mastitis del 10 %, de metritis del 15 % y de retención de placenta del 8 %; precio de la leche: 0,33 €/l.
En esta granja ejemplo, el coste total que conllevan las enfermedades asociadas con la inmunodepresión es de
*El coste medio de estas patologias se ha calculado a partir de datos de granjas reales de Europa mediante la herramienta de evaluación económica (Risk AssessmTool) desarollada y presentada por el Dr. Michael Overton -World Buatric Congress 2014, Cairns (Australia), National Mastitis Council 2014, Gante (Bélgica). Nota: este cálculo no contempla el impacto global que tienen estas enfermedades en la fertilidad y el rendimiento reproductivo.
Suponiendo que una vaca enferma requiere 10 minutos de dedicación al día, el tiempo invertido durante 5 días (mastitis), 3 días (metritis) y 1 día (retención de placenta) al manejo de las enfermedades asociadas con la inmunodepresión suma un total de
Los costes “ocultos” que no pueden calcularse incluyen el posible estrés, las molestias y la frustración que suponen para el ganadero el manejo de las vacas enfermas, la ansiedad por perder un animal valioso, la interrupción de las rutinas diarias de la explotación y la disminución del bienestar de las vacas.
Aunque estos costos no aparecen en los registros contables, son como poco igual de importantes.
La inmunodepresión causada por la reducción de la actividad de los neutrófilos en el periparto tiene consecuencias frustrantes y costosas que conllevan tanto costes calculables (directos, a largo plazo) como costes que no pueden medirse (estrés, interrupción de las rutinas diarias, frustración).